don–ss | Abu 30-31 Ago & Ira 1 Sept 2018 Tabakalera | Gazteszena | Clubs
Dantz Festival
Musika Garaikide eta Elektronikoaren Topagunea
Contemporary & Electronic Music Meeting
Encuentro de Música Electrónica y Contemporánea

Una tarde para abrir bien los oídos

Dantz animó el exterior e interior de Tabakalera con electrónica para todos los gustos | Varios discjockeys vascos pincharon al aire libre mientras que el interior del edificio acogió las propuestas más experimentales

Pasaban unos minutos de las 15.30 horas y al puente de María Cristina llegaban los ritmos que Rude Kanka pinchaba al otro lado del pasadizo de Egia. El donostiarra fue el más madrugador de los discjockeys vascos que pasaron ayer por la plaza Nestor Basterretxea y, además de presentar algunas producciones propias, estuvo acompañado de Beñaranks a las voces. Juntos ofrecieron un set de fuerte raigambre jamaicana y un punto combativo en las letras, cantadas en castellano y euskera.

Como sucedió el año pasado, no fue fácil calentar el ambiente. A esa hora todavía había poca gente en las gradas y solo una joven bailaba al son de la música de Unai Muguruza en medio de la plaza, decorada con globos de colores. Cobijado bajo el alero de la cafetería de Tabakalera, el descendiente de la célebre estirpe de músicos vascos alardeó de cultura musical con una ecléctica sesión presidida por los ritmos urbanos: hip hop, trap, R&B, dancehall… Con un hábil manejo de las mezclas y las transiciones, el irundarra se paseó por el cancionero de artistas como Ramriddlz, Tyga, Vybz Kartel, Busy Signal, PNL, Drake, Bad Gyal, Rosalía o C. Tangana; salvo los tres últimos el resto los identificamos gracias a cierta aplicación informática cuyo nombre comienza por «Sha-» y termina por «-zam».

La chica que bailaba en el párrafo anterior resultó ser Aneguria, la rapera bilbaína que en euskera, castellano e inglés demostró estar en posesión de una voz de lo más versátil. En la primera parte de su actuación, más tranquila, el color fue más soul con temas como ‘Where I Should I Go’ o ‘Min bizia’, pero cuando se decantó por el reggae y el dub en ‘Forgive Me’, ‘Kumbaya’, ‘Irrikitan’ y ‘Umore txarrean’, exhibió un flow envidiable. Socia de La Basu en Eskina Femenina, la cantante contó con las bases que tras ella lanzaba el DJ, diestro también en el arte del beaboxing y el scratching, y tras desgranar varios temas de su último disco, ‘Horchata de chufa’, optó por una electrónica más bailable en piezas como ‘Atean knock knock’, ‘Tu piel contra mi piel’ o ‘Aski da’. Se despidió con una obvia reivindicación, «Plazerra da bide bakarra» (El placer es el único camino), y con una plaza algo más animada: las gradas y escaleras frente a Tabakalera sumaban cada vez más espectadores, pero salvo algún niño desacomplejado, ninguno terminaba de levantar el trasero y bailar durante un estupendo directo que mereció más atención y, quizá, ser programado a una hora más tardía.

El estupendo directo de Aneguria mereció más atención y, quizá, una hora más tardía

Annette Krebs ofreció la actuación más bizarra y Garazi Gorostiaga, la más atmosférica

Tomó el relevo A. Gaultier, quien cumplió lo prometido y prescindió del techno oscuro que suele preferir en sus sesiones nocturnas para abrazar un sonido más luminoso en forma de house, música disco, algo de afrobeat y buenas dosis de funk. La joven DJ tolosarra tuvo el honor de ser la primera en romper la timidez de algunos que, poco a poco, se animaron a bailar con temas tan contagiosos como ‘I Need Help!’, de Tim McAllister.

Experimentación

Fue imposible simultanear la siguiente pinchada del lasartearra Rubén Rubio en la plaza con la actuación de la artista alemana Annette Krebs. Nos decidimos por esta última para catar la otra vertiente del festival Dantz, autoproclamado como Encuentro de Música Electrónica y Contemporánea. Como no podía ser de otro modo, la Sala Z es el espacio de Tabakalera reservado a las propuestas más experimentales, que en esta edición han corrido a cargo del colectivo bilbaíno Larraskito.

Ecléctica oferta para despedir la segunda edición de Dantz

La tercera y última jornada de Dantz reunirá en la plaza Nestor Basterretxea a discjockeys y artistas, en su mayoría vascos, como Emesutan, Iker Selektah, IAMMAI, Sara N’ Donga, Papayo Salvador, Baleaonda, Pilar Jorquera y El_Txef_A. También serán gratuitas las actuaciones de la francesa Claire Bergerault en la Sala Z y la vizcaína Rrucculla en la azotea de Tabakalera. La Sala Patio recibirá a Los Voluble, dúo sevillano que presentará ‘Borderhack’, un proyecto sobre la crisis de los refugiados. Después será el turno de Wooky & Inesfera, alianza entre el productor catalán y el artista donostiarra, y británico Nathan Fake cerrará la fiesta que se trasladará a Gazteszena. Allí están previstas, entre otras, las sesiones del dúo esloveno Warrego Valles, la tunecina Deena Abdelwahed, la portuguesa Nidia y la palestina Sama’, que garantizan un ecléctico fin de festival.

Krebs dividió en dos partes la función más bizarra y estimulante de la tarde. En la primera utilizó un arco de violín y mazas de percusión para hacer sonar unas planchas de metal de distintos tamaños. El resultado lo registraba con un micrófono para procesarlo después con una tableta digital que deconstruía las grabaciones en un collage sonoro que oscilaba entre la sutileza y la cacofonía: unas veces parecía la banda sonora de una película de arte y ensayo, y otras, la clásica prueba de audición del otorrino. En la segunda parte, jugó con los sonidos del lápiz sobre el lienzo en el que ella misma dibujaba en directo, con el crepitar de bolsas de plástico y papel albal, y con distintas grabaciones de campo.

Hubo bastantes deserciones porque huelga decir que era una apuesta sólo para los muy cafeteros, pero el medio centenar de personas que siguieron toda la performance sonora, demostraron el interés y la curiosidad que demandan los organizadores de Dantz, un festival cuya existencia se justifica por propuestas como esta y como la que acto seguido acogió el vecino Kutxa Kultur Kluba.

Escoltada por un pájaro y un pez de origami que aludían al cartel de Dantz, la joven vizcaína Garazi Gorostiaga puso su ordenador portátil al servicio de la creación de texturas extremas basadas en el ambiente, el dron y la música industrial. La gente permaneció de pie o sentada en el suelo, y algunos con los ojos cerrados, una actuación de efecto catártico con atmósferas tenebrosas y siniestras de gran potencia, no siempre fáciles de digerir.

Pero de eso se trata, de tener bien abiertos los oídos tanto a propuestas ignotas como a la bailonga y asequible sesión que en el exterior protagonizaba Lander Urtizberea, Landerground, que pasadas las 20.30 horas registró la mayor afluencia de público, si bien la audiencia no fue masiva en ningún momento.

 

Source: https://www.diariovasco.com/culturas/tarde-abrir-bien-20180901005606-ntvo.html