El nombre de Bartolina Sisa quiz\u00e1 no suene familiar en Espa\u00f1a, aunque deber\u00eda. Fue la l\u00edder de un movimiento de insurrecci\u00f3n ind\u00edgena contra los colonos espa\u00f1oles hasta que, en 1782, la violaron, torturaron y despedazaron por negarse a ser oprimida. Bartolina\u00a0inspira\u00a0hoy en d\u00eda tanto la lucha feminista de Am\u00e9rica Latina como la de los que se niegan a ser\u00a0menospreciados por su etnia.<\/p>\n
Hay muchas maneras de acercarse a la historia de esta mujer Aymara, pero quiz\u00e1 ninguna tan excepcional como la m\u00fasica electr\u00f3nica. Elysia Crampton pinchar\u00e1 este jueves en\u00a0 La Casa Encendida de Madrid para ense\u00f1arnos las marcas imborrables -e invisibles en nuestros libros de historia- que dejaron los espa\u00f1oles sobre su pueblo.<\/p>\n
After Woman for Bartolina Sisa<\/em> es un tema de empoderamiento femenino, pero el activismo de Crampton abarca tanto el machismo desde su condici\u00f3n de transexual como el rescate de sus ra\u00edces andinas a trav\u00e9s de la m\u00fasica electr\u00f3nica. La artista boliviana inaugurar\u00e1 la tercera edici\u00f3n del festival\u00a0 She Makes Noise<\/em>, celebrado en la capital del 19 al 21 de octubre.<\/p>\n A la cabeza est\u00e1 Natalia Pi\u00f1uel, que\u00a0 comenz\u00f3 dando forma a un Tumblr y ahora programa a los mejores talentos internacionales de la electr\u00f3nica. \u00abNo nos vamos a acomodar. Este a\u00f1o aportamos una visi\u00f3n pol\u00edtica y est\u00e9ticamente diferente. Es un festival l\u00fadico pero, si sirve para repensar estos temas, mucho mejor\u00bb, asegura.<\/p>\n Los dos primeros a\u00f1os reafirmaron la necesidad de un evento\u00a0\u00absolo de mujeres\u00bb en un terreno donde han sido perversamente ignoradas. No hay duda en el caso de la electr\u00f3nica: la quintaesencia musical del futuro, en cuesti\u00f3n de g\u00e9nero, tiene mucho que aprender de su pasado.<\/p>\n Ahora, adem\u00e1s, She Makes Noise<\/em>\u00a0opta por la transversalidad de g\u00e9nero y abre el espectro a otras discriminaciones, poniendo el acento en\u00a0los pa\u00edses cuya tradici\u00f3n ha sido pisoteada por una gran potencia. A Crampton\u00a0 le acompa\u00f1an en el cartel tres jovenc\u00edsimas djs que se\u00a0presentan por primera vez en Espa\u00f1a\u00a0para descolonizar la pista de baile y recordarnos\u00a0que la electr\u00f3nica africana tambi\u00e9n tiene nombre de mujer.<\/p>\n Deena Abdelwahed, N\u00eddia y Nkisi provienen de sitios muy distintos, pero sus ra\u00edces llegan a un punto del alguna forma com\u00fan. Las tres\u00a0mamaron en sus hogares la tradici\u00f3n de \u00c1frica, donde la m\u00fasica est\u00e1 ligada al tratamiento del silencio. El problema llega cuando ese silencio se convierte en una mordaza para las mujeres procedentes de esos pa\u00edses, sobre todo para las que producen electr\u00f3nica.<\/p>\n Por poner un ejemplo: hace unos meses, varias salas madrile\u00f1as programaron a m\u00fasicos de estilos muy diferentes, pero con las ra\u00edces africanas como distintivo y el viento del Sahara como bandera. No hab\u00eda ni una sola mujer entre todos ellos.<\/p>\n She Makes Noise<\/em> recuerda que la cultura club contempor\u00e1nea le debe mucho a estas artistas emergentes. Sus ritmos ancestrales captan adeptos a la velocidad de la luz y a nivel mundial, a pesar de ser deliberadamente ignoradas donde s\u00ed que hay hueco de sobra para los hombres.<\/p>\n El caso m\u00e1s claro es el de la tunecina Deena Abdelwahed, nombrada mejor artista emergente el a\u00f1o pasado en el CMT Berl\u00edn. En su m\u00fasica se entrecruzan los sonidos \u00e1rabes con los futuristas, un estilo que bebi\u00f3 del colectivo World Full of Bass, al que se uni\u00f3 en 2011 despu\u00e9s de la Primavera \u00c1rabe.<\/p>\nRitmos descolonizadores<\/h3>\n