don–ss | Abu 30-31 Ago & Ira 1 Sept 2018 Tabakalera | Gazteszena | Clubs
Dantz Festival
Musika Garaikide eta Elektronikoaren Topagunea
Contemporary & Electronic Music Meeting
Encuentro de Música Electrónica y Contemporánea

Sororidad en las cabinas y pistas de baile

A. Gaultier y Sara N’ Donga son dos de las mujeres que pincharán en el paritario festival Dantz

Hace poco más de un año que Adrianna Gutiérrez de Rozas (Tolosa, 1993) y Sara Delgado Lasa (Madrid, 1998) comenzaron a pinchar sus músicas favoritas. En tan poco tiempo, ambas jóvenes se han fogueado en las cabinas de garitos como el Dabadaba o el Guardetxe, y también han pasado por algunos festivales locales. Este fin de semana actuarán en la segunda edición de Dantz, Encuentro de Música Electrónica y Contemporánea, amparadas por sus nombres de guerra: A. Gaultier y Sara N’ Donga. Ambas son jóvenes representantes de una escena de mujeres DJs cada vez más pujante pero todavía necesitada de medidas de apoyo.

La tolosarra ganó el concurso de DJs de ‘Gaztea’ en 2017 -era la única chica frente a 39 chicos- y desde entonces ha ofrecido sesiones en los citados clubs y también en festivales como Kutxa Kultur o BBK Live. Le atraen los sonidos oscuros del techno alemán y británico pero dada la hora de su sesión del viernes (18.00 en la plaza Nestor Basterretxea) optará por sonidos «más frescos»: house, disco, funk y afrobeat. Por las noches, Sara suele preferir el trap, el dancehall y el dembow, pero el sábado en Dantz (16.00) se decantará por «algo más ‘tranqui’»: hip hop, R&B y jazz.

Afincada en Donostia desde hace una década, la madrileña es residente del Dabadaba, cuyos responsables suelen poner especial cuidado en incluir a mujeres en su oferta, tanto de conciertos como de pinchadiscos. En ese sentido, ella se siente bien tratada pero no ignora que la realidad de las DJs es que muchas veces las programan «para abrir la noche». Adrianna cree que en esa decisión también puede influir la mayor o menor experiencia de cada una, aunque es cierto que «hay gente que duda de ti por el hecho de ser mujer» y que «es un mundo cerrado con gente que lleva un tiempo dentro, se conoce y a veces no abre las puertas» a personas nuevas.

«Los cupos son necesarios»

Ambas figuran entre las artistas que actuarán en Dantz, que este año ha conformado un cartel paritario con un 50% de mujeres y otro tanto de hombres. A la pregunta de si es necesario establecer cupos en los festivales de música, en los que muchas veces las propuestas femeninas brillan por su ausencia, Adrianna responde sin dudar: «El mundo del DJ siempre ha sido masculino y mientras no se supere la diferencia, me parece bien y necesario que se tomen medidas para que las mujeres tengan una mayor presencia. En el ámbito internacional hay chicas como Peggy Gou o Nina Kraviz que son top pero en la escena local hay que dar más oportunidades».

Además de en este punto, también coinciden en saludar iniciativas como Krii Kolektiboa, una agrupación vasca nacida con tres objetivos: «garantizar la seguridad y libertad de la mujer en las pistas de baile, programar música electrónica desde una perspectiva femenina y organizar sesiones educativas para empoderar a la mujer en ese estilo». «No puede ser que tengamos que estar pinchando y bailando en un ambiente asqueroso con comentarios, miradas y gestos incómodos», se queja Sara, que casi todas las noches desde su cabina es testigo de comportamientos inadmisibles por parte de los hombres.

«Algunos dudan de ti por ser mujer, es un mundo cerrado que no abre las puertas a la gente nueva»A. GAULTIER DISCJOCKEY (TOLOSA, 25 AÑOS)

«No puede ser que tengamos que pinchar y bailar en un ambiente asqueroso e incómodo»SARA N’ DONGA DISCJOCKEY (MADRID, 20 AÑOS)

En cierto modo, se trata de llevar a la pista de baile esa sororidad (solidaridad entre mujeres) que el movimiento feminista ha traído a la palestra últimamente. «A mí no me ha ocurrido pero si viera algo raro desde la cabina, quitaría la música y no pincharía más hasta que se solucionara», declara Adrianna, a lo que Sara añade: «Cuantas más seamos, mejor». Y cita sólo a algunas de las discjockeys que se mueven en el ámbito donostiarra: Frances Be, Eddie Mae, Flaca, Alvva…

Sin embargo, Adrianna cree que aunque cada vez haya más mujeres DJs en el territorio, «falta conexión» entre ellas: «Deberíamos organizar un evento cada cierto tiempo. Yo, por ejemplo, echo en falta una ‘girls night’ periódica en el Dabadaba, una noche de 0.00 a 6.00 horas en la que cada 60 minutos pinche una chica diferente». «Yo ni siquiera lo anunciaría como ‘noche de chicas’. Pondría el cartel con los nombres y punto. Así contribuiríamos a normalizar la situación», sugiere Sara.

Trap: «relación de amor-odio»

Asimismo, la madrileña no oculta su «relación de amor-odio» con el trap, uno de sus géneros predilectos. Con el reggaetón y el perreo dice no tener problema porque sólo piensa en «bailar, mover el culo y ya», pero del trap no soporta esas letras que siempre hablan «de dinero y de putas». Al menos, «lo bueno» de que se haya puesto de moda el trap es que están surgiendo muchos artistas que «con el mismo beat» abordan otros temas que le hacen sentirse cómoda. Gaultier, por su parte, nunca ha pinchado una letra machista pero sí muchas violentas dado su gusto por el hip hop clásico de los 90: «Tampoco le hago mucho caso, me gusta cómo suena y ya está».

Source: https://www.diariovasco.com/culturas/musica/sororidad-cabinas-pistas-20180829003828-ntvo.html